Sin palabras, este maravilloso libro narra las peripecias de una niña solitaria que, tras mudarse con su familia y dejar atrás a sus amigos, intenta encontrar su propio lugar.
Bigudí tiene el pelo blanco y anteojos de estrella de cine. Vive en una ciudad inmensa, en el piso 156 de un edificio altísimo, y comparte sus ajetreados días con Alfonso, un viejo buldog francés.
Pero una mañana, sin previo aviso, Alfonso da su último suspiro. Bigudí se siente infinitamente triste, aunque pronto descubrirá que la vida está llena de sorpresas…
n los años ’50, en un caserío sin escuela ni biblioteca una niña se hace amiga de un hombre que vive encerrado en su casa. Él le presta libros y ella le cuenta cómo es el mundo de afuera: los pájaros, las plantas, las flores y el arroyo que da nombre al pueblo. Así, la niña se enamora de los cuentos y el hombre va perdiendo poco a poco su miedo.
A veces vemos la vida de frente y a veces solo de lado. A veces la miramos a través de la ventana, desde un balcón o protegidos tras unas enormes gafas de sol. Hay momentos en que la vemos toda a cuadritos y momentos en que se pinta entera de rosa. Todos hemos visto en alguna ocasión lo que nos rodea desde un lugar peculiar, pero… ¿te has preguntado alguna vez cómo se vería la vida desde dentro de una cebra?
“La tierra se extendía en silencio. Cuando el viento tira para casa, algo retorna. En los rincones hay sosiego, en el aire hay silencio. Así fue hoy.”
Palabras que se escurren. Imágenes que se funden. Un universo simbólico desbaratado por la poesía. El jardín es tanto más que un libro. Es un estado. Una sucesión de gestos contemplativos, casi imperceptibles, ante los que uno no puede más que rendirse.
Nino tiene un perro que no tiene. Un perro imaginario. Que se anima a todo, hace de todo, ¡y entiende todo!
Pero, un día, Nino recibe de regalo un perro de verdad. ¿Se animará a todo ese perro? ¿Sabrá hacer de todo? ¿Entenderá todo? ¿Será como el perro que Nino no tenía?
En clave romance (incluyendo metro y rima) y acompañado de una ilustración enérgica y fecunda, el poema narrativo de Andrea Pizarro Clemo cuenta la historia de Juvenal, un jardinero que es forzado a jubilarse y que luego, desamparado y al límite del abandono, es rescatado por la visita revitalizadora de su propia infancia.
La Naturaleza del juego ofrece actividades sencillas de temporada que animan a los niños (y a los adultos que los aman) a jugar con la naturaleza.
Jugar forma parte de nuestra naturaleza; jugar en y con la naturaleza es uno de los mayores placeres que brinda la infancia, ya sea que vivas entre rascacielos o en medio del campo.
La naturaleza del juego sugiere ideas simples, basadas en la naturaleza, para cada estación del año, desde juegos siempre amados para días de lluvia hasta audaces aventuras al aire libre. A lo largo de las páginas, encontrarás algunas de estas sugerencias:
. Aprender a orientarte por las señales de la naturaleza
. Cocinar deliciosos platos sobre un fuego que has hecho tú mismo cuidadosamente
. Tejer una canasta atemporal
. Ser anfitrión de una fiesta especial de verano
. Poner a punto tu Bicicleta
Desde la pura felicidad de remontar un barrilete hecho en casa hasta la magia nocturna de observar las estrellas, nuestro libro presenta ideas tanto para niños como para adultos, sin importar el clima.
Al igual que la naturaleza, y las estaciones, la historia de Los tres manzanos nos envuelve en la extraña dimensión del tiempo y el transcurrir. De aquello que no puede más que ser, a pesar de su afán. De los acontecimientos y sucesos que modelan, incluso los deseos, o la fuerza de voluntad.
A través de rimas y delicadas ilustraciones, esta his-toria publicada por primera vez en 1958, en Alemania, nos invita a transitar el misterio del devenir.
Ilustraciones y texto componen en este título un sutil contrapunto acerca de lo que se dice y se ha dicho sobre la luna.
Así, refranes, proverbios, citas, creencias populares y canciones cosechadas por Conce Codina conviven con las fantásticas ilustraciones de Martin Jarrie para dar forma a una obra tan brillante e inspiradora como la propia luna.